El otoño nos trae infinidad de ingredientes llenos de sabores y olores.
Y uno de ellos son los boniatos que tienen un sinfín de posibilidades, para poderlos utilizar en las recetas. Tanto en dulce como en salado, la verdad es que son muy versátiles.
Al igual que la patata, el boniato o batata también ha llegado a nuestra mesa desde el continente americano. Es un tubérculo conocido con varios nombres diferentes en distintos lugares del mundo: batata, boniato, papa o patata dulce, la verdad es que más allá del nombre que le demos, lo cierto es que se trata de un alimento delicioso y lleno de propiedades que se conocen poco.
Como os comentaba, podemos adaptarlo en diferentes recetas, me encanta el sabor que le da a los pasteles. Al igual que utilizarlo cuando hago el mazapán para los panellets, como sustitutivo de la patata.
Pero hoy os propongo esta guarnición, que tanto juego nos va a dar. La podemos utilizar para acompañar una carne o cualquier pescado con ellos. O simplemente para un buen picoteo.
4 personas
Ingredientes:
- 1’5 kg de boniatos
- 20 gr de vinagre de arroz
- 50 gr de azúcar
- 3 cucharadas de soja
- 50 gr de mantequilla fundida
- 50 gr de azúcar moreno
- 1 cucharadita de sal
- Semillas de sésamo
Instrucciones:
- Precalienta el horno a 190°
- Pela y corta a gajos los boniatos.
- Mezcla el azúcar moreno, la salsa de soja, el vinagre de arroz, la sal.
- Añade la mezcla a los boniatos y mézclalos bien.
- Extiende en una plata de horno y reparte la mantequilla fundida por encima.
- Cuécelos en la parte central del horno, durante unos 45 minutos. Depende de lo gruesos que los hayáis cortado, tardarán un poco más de tiempo en hacerse. Comprueba con la punta de un cuchillo si están hechos.
- Saca del horno y espolvorea con las semillas de sésamo.