Esta elaboración, se podría decir que es un básico de la repostería, como las naranjas confitadas, que nos sirven para decorar postres de cítricos.
A mi me gusta utilizarlos en bizcochos o pasteles que el ingrediente principal sea el limón.
Lo principal de la receta, es utilizar limones de calidad, me refiero que cuanto menos estén tratados químicamente mucho mejor. Sean ecológicos, de tu limonero o del vecino, mucho mejor. Y cuanto más pequeñitos sean, más bonitos quedarán.
Hervimos las rodajas de los limones previamente, para quitar el amargor de la piel.
Y os preguntaréis porque le añado zumo de limón, ¿sí lo que queremos es que no queden ácidos?. Tiene una fácil explicación, porque lo que le da más acidez es la piel del limón y con el azúcar y el zumo del limón les da un sabor delicioso.
- Ingredientes:
- Zumo de medio limón:
- 2 limones pequeños en rodajas finas
- 120 gr de azúcar
- 170 ml de agua
Instrucciones:
- Para confitar el limón:
- Lava bien los limones y córtalo a rodajas finas.
- Pon un poco de agua a calentar y cuando empiece a hervir pon el limón cortado a rodajas finas y deja durante 2 minutos. Escurre.
- En un recipiente caliente los 170 ml de agua, los 120 gr de azúcar y el zumo de limón, deja hasta que se disuelva el azúcar. Añade las rodajas del limón y deja durante unos 35 o 40 minutos a fuego suave.
- Los podemos guardar en un bote cerrado con el mismo almíbar y nos duran durante semanas en la nevera.
