Esta receta la aprendí a hacer en la escuela de cocina Bellart. Me acuerdo que uno de los profesores Raul, nos dijo que era una de las mejores guarniciones que existían. Son muy fáciles de preparar y no nos van a comportar demasiadas complicaciones.
Son ideales para acompañar carnes, o pescados, la verdad es que quedan bien con todo.
Cuando leáis la gran cantidad de mantequilla que lleva la receta, más de uno se va a llevar las manos a la cabeza. Si si lleva 1 paquete entero de mantequilla, de hecho esto y la gran cantidad que lleva de romero, es lo que le da este sabor tan delicioso.
El líquido restante de la cocción, lo podéis guardar en la nevera, para volverlo a utilizar en otra ocasión.
Ingredientes:
- 700 gr de patatas monalisa medianas
- 250 gr de mantequilla
- 1 manojo de romero
- Agua
- Sal y pimienta negra
Instrucciones:
- Pelamos las patatas, cortamos las dos puntas generando una base de apoyo y las partimos por la mitad.
- Las ponemos en una cazuela apoyándolas por una de las bases, y que quepan todas, una al lado de la otra, con un poco de sal y pimienta por encima.
- Ponemos la mantequilla cortada en tiras por encima de las patatas, el romero repartido por encima y ponemos agua solo hasta cubrir.
- Dejamos cocer a fuego suave, hasta que las patatas estén tiernas. Puede tardar unos 30 o 40 minutos. Es importante que se cuezan a fuego suave para que no se rompan.
- Pincha con una punta de cuchillo, para comprobar que están cocidas, si se introduce con facilidad ya estarán listas.
- Retira de la cazuela y sirve como guarnición.
- Cuela el líquido sobrante y guarda en un tupper en la nevera, para volverlo a utilizar en otra ocasión.
Notas:
Cuando pelo las patatas lo hago con una mandolina, le doy un poco de forma en los lados, para que queden más bonitas.