La salsa holandesa es una emulsión elaborada con mantequilla y zumo de limón, o vinagre, que emplea yemas de huevos como agente emulsionante. Generalmente se sazona con sal y un poco de pimienta blanca o incluso con polvo de cayena. Se trata de una salsa de origen francés a pesar de que su nombre haga referencia al origen neerlandés. La salsa holandesa es el ingrediente principal de los huevos Benedict. Se puede utilizar para acompañar muchos más platos, porque enriquece notablemente cualquier elaboración.
Esta salsa tradicional para acompañar los huevos Benedict se llama salsa holandesa. La primera vez que prové estos huevos, una de las cosas que más me impactó, fue el sabor de la salsa que los acompañaba.
Mucha gente compra la salsa holandesa … ¡Pero no se porqué! ¡Es TAN fácil de hacer salsa holandesa casera y ya os digo yo, que sabe mejor haciéndola nosotros! La podéis utilizar para enriquecer ensaladas, verduras. El toque de la chalota se la he dado yo porque está salsa no la suele llevar, así que os la dejo a vuestra elección.
Ingredientes :
- 90 gr de mantequilla
- Media chalota
- 4 yemas de huevo
- 2 cucharadas de jugo de limón
- Media cucharadita de sal
- Pellizco de pimienta
- 1 cucharada de nata para cocinar
Instrucciones:
- Derretimos la mantequilla en una cazuelita, la ponemos en un vaso y dejamos un poco de mantequilla fundida en la cazuelita. (lo podemos hacer con mantequilla clarificada, porque le da un sabor delicioso)
- Cortamos la chalota muy pequeñita y la salteamos durante uno o dos minutos.
- Batimos las yemas con la sal, la pimienta, el zumo del limón, la nata .
- Le añadimos la mantequilla fundida lentamente, una vez incorporada toda la mantequilla, la volvemos a la cazuelita con la chalota, mezclamos bien. Cocinamos a temperatura media suave durante un minuto removiendo constantemente.
- La podemos hacer en la termomix poniendo todos los ingredientes en el vaso y añadiendo 35 ml de agua. Durante 6 minutos velocidad 4 a 80°